sábado, 21 de mayo de 2011

Una brisa de otoño, ese otoño que ilumina con un sol fuerte, pero la brisa alivio los rayos y te da una snsaciòn de frescura al caminar, y al tocarte la piel, e ilumina el pelo haciendolo brillante al bailar con el frescor del este, me recordo a mi nostalgia, a mis baivenes, a los de ayer
me recordo a a mi recordando, cuando solo querìa acelerar sin pensar, a mi desordenada, fragil, vulnerable, inocente y alegre...
a las rosas avejentadas, a mi abuelo conversando y sonriendo, esa que me decia tantas cosas, que me podìa llegar a emocionar a esos momentos en los que no podia bajar mi mirada de su mirada, esa complicidad, los dos sabiamos d lo que estabamos hablando, pero el aùn era màs inocente y me amaba demasiado... y me dejo saber que nunca estuve segura de lo que quise, que siempre mire para todos lados, pero nunca sabia por que miraba, y entre todo ese nudo que parece estar armonizado, calmado en el pecho, aparece su recuerdo, como quien pide constantemente ser recordado, un recuerdo que se reusa a desvanecerse, pero dire la verdad, no puedo dejar de pensarte, cuando bajo mi guardia, cuando continuo adelante, hay algo que me llama a volverte a ver, a volverte a tener, de nuevo no estoy segura de lo que quiero por que si lo supiera, hubiese reaccionado... o no? O de verdad, mi honor, mi dignidad, mis valores no me lo permiten... mi pasado se olvidarme algunas lecciones, puede ser... o no he perdido las veces para crecer, pero una buena vez escuche, "no te castigues, nadie te va a castigar"... anda a saber por que con vos siempre prefiero dormir...

No hay comentarios: