La costumbre marchita
Rosas por cada segundo
Pasa mi tiempo en mi reloj, nada detiene la arena
Almas divinas se cruzan por mis huesos, sonrisas perfectas que solo saben contagiar
He tomado varias oportunidades y las he destrozado en mi afán de culparme
Pero si es por seguir viva, mi tiempo corre y nadie detiene la arena
La Ester me comprende, no juzga tampoco entiende...
Avellaneda me grita frases y yo quiero usar mi derecho a replica
Que no olvide usted señor que infortunio hace proceses a los hombres
Que la palidez, la verguenza se encuentran bastantes cerca del honor y la dignidad
No pretendo describir lo que hoy y el resto de mis días he sentido, si de hablar se me cruza un cuchillo sin filo por la garganta, los ojos se me humedecen y mi mirada se pierde, en esa mano vieja uniendo la mía, con la de tu querida...
Despacio me voy yendo, donde no reclaman no necesitan ser atendidos
Soy el ejemplo de la locura respetada, de la dignidad actuada, del honor sobrevalorado
Una foto de ángel me quedo de todo esto, una sonrisa de verano, un beso atrincherado, y alguna que otra situación vulgar
Desorden mucho desorden en una habitación vacia, en un corazón sin nada, sin recuerdos, ni memorias de lo que un día actué ser, nunca voy a pedirte nada, más que sepas ver lo que un día pinte para vos...
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