Si, recuerdo esos petalos morados cayendo dueños del vientoen recompesa de la espera, si huele a primavera recién resucitada, recuerdo las manos nerviosas haciendo juego con tu mirada, recuerdo al grande mirando de reojo a ver si solo por esta vez logra liberarnos, el simple encuentro de almas desesperadas, caminan tratando de descubrir que es lo que conservan de sano y coherente para salvar. Siempre la debilidad y la esperanza hacen el pacto perfecto, ese día aún no termino , se sabe que si el sol no esta la luna tampoco se puede ver.
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